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Las primeras orquestas del Municipal

Aunque las compañías de cantantes, bailarines y actores que visitaban el Municipal desde su inauguración, eran por lo general traídas desde Europa, en largos viajes que demoraban meses, las orquestas solían crearse en Chile a partir de músicos locales, a cargo de un director extranjero. A continuación, parte de esta curiosa historia.

Desde 1857, año de la fundación del Municipal de Santiago, hasta 1863, la orquesta del mismo se conseguía con músicos talentosos del medio local y la obligación del director de elegir a los mejores alumnos del Conservatorio Nacional de Música, inaugurado en 1849. A los mismos se les pagaba un sueldo, muy módico, y era un estímulo para que los alumnos se esforzaran. Sin embargo, la gran cantidad de óperas nuevas que se tocaba cada año, hacía que el nivel de la orquesta fuera muy bajo, sin haber suficientes ensayos.

En 1863, una discusión llevada a cabo por el regidor Lindsay, obligó a que el director debía compromoterse, año a año, con una orquesta fija de «buenos profesores». El primer director fue el alemán Tulio Hempel, quien también fuera luego Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago, y director del Conservatorio Nacional.

La nueva regla fue que sólo ocho alumnos podían ser parte de la orquesta, como premio, y que la misma debía componerse de una formación que hoy nos parecería algo extraña:

6 violines primeros, 5 segundos, 2 violas, tres contrabajos (sin chelos!) , dos flautas, 4 clarinetes (!!), 1 fagot, 2 cornos, 2 trompetas, 3 trombones, 1 oficleide (instrumento similar a la tuba) y 1 timbal.

La orquesta de 1869, la primera de la que tenemos completa noticia, la componían las siguientes personas:

Violines primeros: Vespasiano Mañara, Luis Remy, Francisco Guzmán, M. Viellefory, Martín Durán, Pedro Arenas.

Violines Segundos: Ramón Flores, Desiderio Palacios, Bartolo Durán.

Violas: Cosma San Marín, Ramón Ulloa.

Contrabajos: Casimiro Riveros, Evaristo Durán, Manuel A. Vásquez

Violoncello: Lupercio Olea

Clarinetes: Federico Lucares, Juan Santibáñez

Flautas: Ramón Martínez, Francisco González

Trompas: Eleuterio Velásquez, Nicanor Romero

Pistón: Antonio Silva, Antonio Araneda

Trombón: Miguel Rojas, Juan Arenas

Clarín: José Gutiérrez

Timbalero: Antonio Reyes

Bombo y Platillo: Manuel Toro

Con los años, esta disposición fue cambiando y hacia fines del siglo XIX ya el  Municipal tenía una orquesta propia, compuesta aún con algunos alumnos del Conservatorio, pero con una formación más cercana a la de las orquestas de hoy. Esta es, justamente, la orquesta que aparece en la fotografía, aquella que acompañó el estreno de la Florista de Lugano en 1895.

Esto permitió, también, que a partir de entonces comenzaran los conciertos sinfónicos en Chile, aún esporádicos, y el estreno de algunas obras de importancia, como aquellas de Raúl Hügel, Eliodoro Ortiz de Zárate o Luigi Stefano Giarda. Serán los comienzos de la composición orquestal en Chile, que darán enormes frutos con los años, como el Concierto en Re mayor para piano de Enrique Soro.