DESTACAMOS

Carlota Patti, 8-12-1870

Estas tres fotografías corresponden a la tristemente famosa Carlota Patti, la última persona que cantó sobre el escenario del antiguo  Teatro Municipal de Santiago -hoy Municipal de Santiago-, un 8 de diciembre de 1870. La misma noche, el edificio fue consumido por un colosal incendio.

Sin embargo, la llegada de la Patti había significado un revuelo total en el mundo artístico de la capital. Para el Mercurio de la época, «de Carlota Patti se puede decir cuanto se quiera. En ella cabe todo lo poético y fantástico. Y tal vez la poesía misma es impotente para colocarse a la altura de este gran genio musical.» Para La Patria de Valparaíso «para saber lo que es la Patti, es preciso oírla, extasiarse en su voz, tan suave como el perfume de una violeta, tan dulce como una música celestial».

Carlota, hermana de la célebre Adelina Patti, visitó Chile a fines del año 1870. Aunque era su hermana la que más reconocida en círculos líricos, incluso mencionada como la mejor cantante de su época, Carlota para muchos entendidos tenía incluso mejor voz. El problema principal que impedía su éxito era una cojera, que dificultaba seriamente su actuación. Algunos bromistas chilenos la llamaron a su llegada «la Patti Coja», nombre que quedó sonando durante toda su estadía.

Pocos saben que ella venía como parte de un grupo bastante más grande, donde estaba también Pablo Sarasate, el gran violinista y virtuoso español, que luego sería uno de los más famosos de su tiempo. De él también se conservan en el Centro DAE fotografías de su estadía en Chile.  Por aquel entonces estaba comenzando su carrera y fama.

Ese ocho de diciembre de 1870 se interpretaron diversas obras de Chopin, Beethoven y Gounod, acompañadas por el pianista Théodore Ritter. La última pieza fue la polka-canción de Guillermo Deichert -gran compositor alemán avecindado en Chile- «La Risa», impresa en Valparaíso por Kirsinger y dedicada a Josefina Varas. Fue Carlota Patti quien la hiciera famosa y se dice que aquella noche la cantó ocho veces a petición del público. Aunque el recital debía terminar a las 23 horas, sólo a las 23:45 terminaron los bis de la famosa canción.

El sistema de iluminación del Teatro era a gas, y una de las cañerías se rompió esa noche al bajar el telón. Luis Ducci -el empresario a cargo del espectáculo- fue a revisar el olor con una antorcha, que le explotó en la mano, dando inicio así al incendio que dejaría el teatro con sólo sus muros, y haría aún más famosa en Chile a la gran Carlota Patti. Los últimos en ver cómo se quemaba el teatro, confirmaron que lo primero que se incendió fue la mesa para la escenografía de Don Juan, consumida por el mismo infierno con que termina aquella ópera.

Como curiosidad, días antes Adelina Patti había quedado atrapada en un tren que comenzó a incendiarse repentinamente. Benjamín Vicuña Mackenna, que supo de la noticia por el Times de Londres mientras estaba en Nápoles, llamó en la prensa a ambas hermanas como «Ángeles del Fuego».